En un suspiro se fue el concierto que Ricky Martin, con motivo de su
gira Música+Alma+Sexo, M.A.S, entregó a los nicaragüenses
el pasado viernes en el parqueo
de Galerías Santo Domingo.
Todos llegaron a presenciar un buen show y salieron satisfechos
porque así fue.
Se trató de un espectáculo atrevido, sensual, romántico, movido,
muy bien montado.
Entre cada dos o tres temas, en las pantallas LED colocadas frontal
y lateralmente sobre el monumental escenario, fue proyectado
un corto pero honesto video autobiográfico de cuando Ricky Martin
era un bebé, su infancia
y adolescencia en la que sufrió desgarradoras experiencias relacionadas
con la discriminación y el irrespeto a su preferencia sexual.
Dejó al descubierto su ‘yo’ interno, ‘se desnudó’ frente al público
nica y este sin pensarlo un solo segundo, le demostró con sonoros
e intensos aplausos, su respeto y admiración.
“No tengo miedo a soñar, no tengo miedo a vivir.
Haber aceptado quién soy me ha hecho más fuerte... tuve la posibilidad
de canalizar mi energía a través del baile”, refirió frente
a los miles de fanáticos que no cesaron de aplaudir. “Soy gay, soy feliz”, agregó.
Nada los detuvo
Ni la lluvia incesante que abrazaba en el local detuvo
a los miles que asistieron a ver al astro boricua a entregarse,
como bien dijo en una conversación exclusiva que tuvo
con END previa a su visita, a dejar el alma en ese escenario.
Por su parte, la banda local estuvo de lujo pues tratándose de
la Cuneta Son Machín, no podíamos esperar menos. La alegría que
transmite con su creativa y muy folclórica manera de pararse
sobre el escenario con el chinamo en las venas, puso a todos a bailar,
sacando el nica que llevamos dentro.
Y cuando faltaban pocos minutos para las diez de la noche,
un par de bailarines se posaron en el escenario creando expectativa.
Seguido una enorme cortina blanca ondeaba con el viento y la brisa,
que hasta parecía que danzaba al ritmo de
la música que ponía más ansioso al público.
Entre cadenas y grilletes se lograba visualizar luchando
contra ellas para librarse, a uno de los integrantes de la batería
de bailarines que se vino con la gira. La cortina cayó y vestido de negro,
de la cabeza a los pies, apareció Ricky Martin cantando y bailando
con el estilo que le caracteriza y atrapa.
Al final de la primera pieza, Martin saludó diciendo
“¿Cómo estás Nicaragua?” y en breve interpretó
el tema ‘Vuelve’, que todos corearon con él. Dicho tema
fue ejecutado únicamente con el acompañamiento de un piano.
Y así como cambios de ritmos, hubo también múltiples
cambios de ropa que dejaban al descubierto su bien formada figura,
y cada vez que Martin mostraba sus pectorales, los fanáticos enloquecían.
El repertorio fue variado, sin duda, pues temas como ‘La bomba’,
‘La copa de la vida’, ‘Living la vida loca’, ‘She bang’, ‘Shake your bon-bon’,
‘Eres el amor de mi vida’, ‘Te extraño, te olvido y te amo’,
‘Pégate’, ‘María’, ‘Tu recuerdo’, ‘Lo mejor de mi vida eres tú’,
estos últimos temas originalmente son interpretados con la cantante
española Bebe y la mexicana Natalia Jiménez, respectivamente, fueron parte del show.
Por otro lado, hubo derroche de sensualidad sobre ese escenario.
La calidad de las coreografías bien sincronizadas, el juego de luces
y la indumentaria con la que los bailarines se presentaron,
dejaron muy poco a la imaginación. Entre látigos, ligas,
seductores corsés y botas con tacones altos,
las manos de hombres y mujeres se fundieron
en un montaje que incluyó a Ricky Martin ‘castigando’ y recibiendo ‘castigos’.
Pero bueno, como todo lo que empieza tiene que acabar,
antes de partir y prometer ‘volver’ a Nicaragua, Ricky agradeció
los gestos de cariño y respeto por parte de los nicaragüenses
y ondeó con orgullo la bandera de nuestra amada Nicaragua.
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