Pero si no lo hacen, no pasa nada, advirtió el boricua en entrevista, ya que a él lo que verdaderamente le interesa es que sus hijos sean exitosos en lo que ellos quieran ser de grandes.
"Quiero que ellos sean felices, y espero que les interese el deporte. Si les gusta el basquetbol, perfecto, si les gusta la música, claro que los apoyaré.
"No quiero ser un papá que obligará a hacer a sus hijos nada que no quieran, creo que les daré las herramientas necesarias para que tengan opciones para elegir lo que más les estimule y, por supuesto, los voy a exponer al deporte, a la música, a las artes, para que ellos disfruten lo que quieran", dijo.
Agregó que la vida que les ha tocado a sus hijos, tan cerca al mundo del espectáculo y acompañándolo en sus diversas giras, es totalmente la adecuada para ellos.
Incluso, aseguró que no cree que ésta les propicie inestabilidad, como se lo han comentado algunas personas cercanas a él.
"Hay quienes me dicen que tal vez deberían estar en casa para que tengan estabilidad, pero su estabilidad soy yo, en el momento en que no pueda estar a su lado es que ellos se sentirán mal, que su autoestima estará un poquito en duda, se sentirán abandonados", expresó.
Ricky destacó que el domingo tuvo la oportunidad de vivir de cerca sus dos pasiones durante la clausura de los XVI Juegos Panamericanos.
"Dentro de poco vamos a ir a Puerto Rico y muchos niños estarán en las canchas porque ganamos el oro en basquetbol, esto motiva a que salgan del ocio y se enfoquen a algo productivo como el deporte", indicó.
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