El Paso— “Pienso dejar mi alma en este escenario”, sentenció Ricky Martin anoche a su llegada al Coliseo de El Paso, y lo cumplió.
El boricua sedujo y conquistó de principio a fin a una audiencia de aproximadamente 5 mil personas que bailaron, cantaron y recordaron en un concierto cargado de emociones y de una experiencia audiovisual impresionante.
“Buenas noches El Paso, cómo están?, cómo está Ciudad Juarez, pasen una noche especial”.
A las 8:50 de la noche, las imágenes en blanco y negro de Ricky suspendido por cadenas sobre un gigantesco telón marcaron el inicio del concierto.
El telón cayó y dejó al descubierto una estructura metálica formada por nueve cuadros, con Ricky en el medio cantando ‘Será Será’ (‘It’s Too Late Now’) acompañado de ocho bailarines que enloquecieron a la audiencia y se mecían en la estructura.
Ataviado de cuero negro y su peinado estilo Mohawk, Ricky marcó el estilo del concierto, orientado a la sensualidad, a la energía y a la alegría.
Emociones, recuerdos y sorpresas
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